lunes, 6 de agosto de 2007

La Reencarnación

Por Patricia Chacón.
__________________________________________________


Cada ser humano maneja diferentes concepciones sobre la vida y todo cuanto ocurre en el universo dependiendo de: los conocimientos adquiridos, la educación impartida, las personas con las que se convive y la sociedad en la que se desenvuelve.


Una de las concepciones que se han debatido fuertemente y a la cual se le atribuyen perspectivas heterogéneas, es la Reencarnación. Se dice que la Reencarnación es una creencia, donde el alma después de la muerte se separa del cuerpo y encarna en otro cuerpo para vivir otra vida.


Platón afirmaba que el alma era el motor del cuerpo, quien daba forma y vida, y que era la única que vivirá eternamente. Con estos planteamientos se da inicio al estudio de la “Inmortalidad del Alma”, generándose cuestionamientos como: ¿Qué sucede con cada uno cuando morimos? ¿A dónde iremos? ¿Hay vida después de la muerte? ¿Nos encontraremos allí con más almas, familiares o amigos que hayan muerto también?


Muchos investigaciones han mostrado que si hay vida después de la muerte, que el alma nunca muere, que esta termina una vida para iniciar otra, que dependiendo de las acciones realizadas en vida se reencarnara en un ser superior o inferior; por ejemplo, si un ser humano se destaco por ser bueno y honesto reencarnaría en otro ser humano, y si por el contrario sus acciones se caracterizaron por ser malas reencarnaría en una planta o en un feo animal. Éste sería el premio o castigo recibido por la valentía o fortaleza que se llegó a poseer en vida.


También se afirma que cada uno de nosotros ya ha vivido muchas vidas, que aquellas cosas que se nos ocurren son debido a las experiencias pasadas.

Todas estas conclusiones se han generado debido a situaciones que le ocurren a otros seres vivos como las plantas, quienes en verano florecen y en invierno su follaje desaparece, pero vuelven nuevamente a florecer en el siguiente verano; también situaciones como la del sol, quien sale en las mañanas y se esconde en la noche; esto ha generado diversos cuestionamientos, ¿porqué estos seres vivos nacen, mueren y vuelven a nacer?, ¿los humanos con la muerte desaparecemos totalmente?, esto es difícil de responder, pero es mucho más difícil imaginar que la vida de un ser humano termina tras la muerte, después de una vida tan ardua donde se ha pasado por diferentes momentos y luchado por diferentes situaciones.


Uno de los constantes oponentes de la reencarnación es la iglesia, para ella el ser humano deja de pertenecer a la vida y se va al cielo junto a Dios a descansar al paraíso, donde solo reina la alegría, la paz y la tranquilidad; obviamente solo aquellos que se han portado bien, porque quienes no lo han hecho irían a un lugar llamado el purgatorio, donde las almas enmiendan sus errores y pagan sus malos actos, indiscutiblemente teniendo claro que se continúa siendo la misma persona, sin reencarnar en otro ser.


¿Cuál de las dos posibilidades será verdadera?, ¿existirán más posibilidades?, esto depende exclusivamente de aquello que se nos haya inculcado en la familia y en la sociedad. Por ejemplo: yo le tengo pavor a la muerte, debido a que no sé que hay después de ella, me da miedo abandonar un mundo que aunque con problemas y dificultades me hace feliz. Pero después de estos planteamientos pienso que el alma no reencarna en ningún otro ser, si fuese así el mundo no evolucionaría, por lo que considero que el alma trasciende a un mundo superior, a un mundo donde el dolor cesa, la angustia pasa, pero se continua observando y de pronto cuidando a quienes aún continúan con vida. Esta es una ilusión que albergo, que aunque incierta, espero que mi alma cuando mi cuerpo deje de existir, goce de este privilegio y no reencarne en nadie ni en nada, quiero continuar siendo yo misma, y que mis ideas prevalezcan con el tiempo, con nombre propio, el Mió.


Esta opinión, como la de todos aquellos que se han puesto en la tarea de opinar sobre la muerte “no es muy sólida”, puesto que no hay nada, ni nadie que haya muerto, y haya vuelto a decir que hay después de la muerte, a dónde fue y con quien se encontró. Ni la ciencia, ni la tecnología, han logrado dar una explicación a este fenómeno tan particular y enigmático que podamos padecer.

¿Que opinan ustedes?, ¿creen en la reencarnación? ¿En que o quien les gustaría reencarnar? ¿Por qué?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, esta pregunta es un asunto metafísico, es decir literario. Si nuestros átomos son los mismos que componen el sol y los demás astros, si la energía no se destruye, no es absurdo pensar que hemos existido desde hace mucho tiempo, y que nuestra materia estuvo dispersa en el universo. En cuanto a reencarnar, me encantaría no reencarnar en mí sino en otro. Creo que este es uno de los mayores deseos y fantasmas que alientan nuestra existencia: la remota posibilidad de ser otro.

Anónimo dijo...

Si creo o no, lo estoy discutiendo conmigo mismo, y llenándome de argumentos, porque no es clara mi inclinación.

Respecto a en que me gustaría reencarnar, creo que en una de esas personas que no pude ser por elegir esta vida, por ejemplo me gustaría reencarnar en un caminante que ande por el mundo, o me gustaría ser un ave.

Esta teoría, nace precisamente de ese miedo de no saber que hay después de; y de darnos cuenta que estamos impotentes ante dichos sucesos.

Gracias.

etoile dijo...

La reencarnación es un tema que siempre me ha inquietado. No me siento con los argumentos suficientes para decir que creo en la reencarnación o en cualquier otro tipo de situación que pase después de la muerte. Tal vez mi pensamiento es un poco alejado de la religión, por tal motivo creo que es menos probable el hecho de ir al cielo que reencarnar. Me encantaría creer que cuando me muera, mi alma reencarnara en un animal o en una planta.

Seria muy chévere poder reencarnar en algo y ser consientes, recordar lo que se fue en la vida pasada, poder reconocer las personas con las que se compartió en otras vidas, así tal vez las personas que no tuvimos oportunidad de conocer en esta vida, en este cuerpo, tal vez tengamos es oportunidad en otra vida, también con las personas que queramos compartir toda la vida, incluso la eternidad, seria chévere poder seguir compartiendo con estas personas en otras vidas, pero recordando y siendo consientes de quienes fuimos en el pasado