domingo, 16 de septiembre de 2007

La Pertinencia Social

Por Santiago Bogoya.
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Todo proceso hecho por el hombre implica necesariamente una evaluación del mismo. A veces la seriedad individual no se aleja lo suficiente para dar un reporte suspicaz y significativo, y un tanto por pereza o por prestigio decide entregar esta tarea a otro ser, con el anhelo de que su trabajo será más objetivo. Sea cualquiera de los dos casos y si se toma con toda seriedad el ejercicio crítico, es necesario establecer los criterios y parámetros sobre los cuales se examinará el proceso. El que hoy nos permite en cierta medida hacer esta reflexión es la pertinencia social. Todos los campos del saber abogan por la indispensabilidad que ellos mismos proporcionan a la vida misma, no pueden pensar el mundo si ellos no existieran, y es algo natural: por supuesto si uno estudia algo tiene que creer en su importancia. El punto problemático es que esta idea no solamente puede expresarse y pensarse como un bien personal, sino también tiene que trascender como un bien social. Algo que se repite demasiado en ciencias humanas es que el hombre es social e históricamente determinado, por lo tanto el conocimiento parte del tiempo para engendrarse, trasmitirse, y a través del espacio se expresa, se dibuja. Para que el sistema funcione, y el hombre no caiga en un colapso, estos dos conceptos tienen que equilibrarse. Ser una balanza donde los dos cada vez se acerquen más en vez de alejarse. La vida empieza a existir con ambos, pero se destruye al transgredir esa conjunción: cuando el hombre empieza a pensar sólo en si mismo sin importar la sociedad de la cual hace parte, o cuando borra de su memoria la historia, no sigue ninguna ley, no llora por la sangre derramada. Los procesos de formación e integración social se vuelven fundamentales. Allí reside la verdadera socialización del conocimiento, y la posibilidad de la transformación de éste para aportar algo a la sociedad. En un país como este, debe ser utilizado especialmente para solventar problemas. Pero dichos procesos están siendo truncados, ya sea por la exclusión, o por el individualismo absurdo que provocan los méritos, que incentiva la competencia. Antes de dar este paso debería existir la cooperación. Cada cual tirando para su lado en beneficio de sus propios intereses no nos sirve para nada. El sistema incentiva estos fenómenos. Tenemos frente a nosotros una juventud donde el lema es “sálvese quien pueda” por medio de sus aptitudes o actitudes (dependiendo el caso), en vez de ser “salvémonos todos” por medio de la cooperación. Entregar al otro mi utilidad y recibir de él lo que yo no puedo dar, en beneficio de una comunidad que nos mira, que nos ve crecer, que algunas veces nos ama y otras nos odia, pero siempre teniendo presente que hacemos parte de ella, y por lo tanto siendo sujetos determinantes en el proceso de su continua construcción. Hablar de profesionales colombianos va más del simple significado del emblema, ¿acaso queremos ser emblemas dentro de los emblemas? Sencillamente nuestra vida y compromiso no está en una pared donde colocamos un titulo y esperamos que la gente venga buscando nuestra ayuda. Nuestro fin si hemos decidido este camino es solucionar problemas de la sociedad, de una manera efectiva, real. Si nuestros intereses son más importantes que los sociales, el proceso sólo tiene sentido como difusión del conocimiento, pero no como aplicación. Pensar así es ser un extranjero en su propia tierra. No tiene sentido el nacer y crecer aquí o allá, sentirse ciudadano del mundo antes de ser ciudadano local, es creer que los hombres construyen el mundo; pero que equivocada es esta apreciación, todo proceso humano implica el otro. El mundo lo crea la sociedad.

3 comentarios:

-Ushi- dijo...

El hombre no es un ser social por naturaleza, lo es por necesidad.

Y la cooperación es el fruto de la necesidad de los individuos por ser mejores, y al no poder hacerlo solos, necesitan de la cooperación de los demás.



me confundí, recien lo leo ^^

Anónimo dijo...

En un mundo como el de hoy, donde la competencia es cada vez mas visible, lo que se busca es el beneficio individual de cada uno, donde se lucha por intereses propios, llegando a olvidar a quienes de una u otra manera necesitan de nosotros.

Es dif�cil de creer, pero solo se piensa en cada uno, se estudia y se adquieren t�tulos para adquirir una mejor calidad de vida, pero nunca se piensa en estudiar para transmitir lo que se aprende a los dem�s.

Se ha olvidado que somos seres humanos que necesitamos ayudar y ser ayudados. Llegar a este extremo ser�a el fin m�ximo de solidaridad y del desarrollo mancomunado, se lograr�a lo inalcanzable, puesto que 2>1.

Anónimo dijo...

En relación a quienes dicen que debemos ser ciudadanos del mundo, estoy en total desacuerdo, ya que precisamente esa identidad propia de la localidad es lo que hace fuerte a un equipo de fútbol, a un pueblo, a un departamento, a un grupo de trabajo, a una familia, a un curso, a una NACIÓN.

Ahora, es muy bonito hablar del problema de la identidad Colombiana especialmente, y de la cooperación primando lo general antes de lo particular; pero la verdad muchos sabemos eso, y no hemos podido solucionarlo ni siquiera en nosotros mismos muchas veces...Creo que va más allá de nuestra individualidad para querer cambiar esta situación.

En muchos post el autor ha expuesto distintas problemáticas históricas que permiten abordar problemas actuales, que tienen sus inicios hace muchos años. Pero hasta que punto nos sirve conocer nuestro pasado me pregunto en este momento? Quizás un historiador me responderá que gracias a pensamientos como el mío, es que estamos como estamos, o que el que no conoce su historia estará destinado a repetirla...Y la verdad eso pensaba yo también, pero en este preciso instante estoy dudando de ese convencimiento propio; ya que tal vez ese pasado no nos deja avanzar, no nos deja olvidar, no nos deja perdonar. Vivimos criticando el gobierno pasado, el anterior y que vendrá antes incluso de ser elegido; criticamos a los que mataron a Galán, a Gaitán, a Jaime Garzón, a los pioneros de la violencia, a las grandes masacres, a las injusticias a las guerrillas, a los paras, al ejército, a la policía, criticamos hasta los españoles, los delincuentes que vinieron y nos "conquistaron" que a propósito estoy en contra de la utilización de este término ya que debería ser destruyeron, nos jodieron, nos invadieron.

Me pregunto si eso será sano, conocer ese pasado, y cada vez que podemos hacer referencia a él; luego finalmente ya no pasó?

Pero alguien me dirá (Los cuales desafortunadamente son muchos), claro como a usted no vinieron a su casa y le mataron a su familia en las narices; obviamente no tendría nada que decirles, ya que mi entendimiento y mi mente son muy limitados desafortunadamente, pensaría incluso que soy tan minúsculo que no podría siquiera tratar de entender una problemática tan compleja como lo es la violencia, el desempleo, la falta de cultura e identidad y demás problemas Colombianos; y sin embargo me atrevo a hablar de ello; pido disculpas por mis menudas apreciaciones y falta de argumentos que expliquen una generalidad y una problemática que tal vez no he vivido en su más grande expresión, y tal vez nunca llegue a entender.

Pero divagando me encuentro con que sin pensarlo, la solución no esta a mi alcance, ni al alcance de los que verdaderamente deberían tenerla, ni al alcance de los que deberían ejecutarla, ni al alcance de nadie, (Y abusando del lenguaje) tal vez no exista solución.

Que desalentadora y simple respuesta dirán algunos, pero la ilusión y la esperanza de muchos otros no dejaremos que esta minimalización deje que nos venza, a seguir en una lucha continua de un análisis de unas soluciones así sea parciales que mejoren una situación que por ley natural tendrá que mejorar o empeorar más como decía Morphy.

Finalmente creo que abría que evaluar esa estrategia de referirnos al pasado para poder entender el presente y buscar causas del mismo; ya que llevamos así muchos años, y no hemos conseguido nada, creo que como decía un autor refiriéndose a la bursatilidad de la bolsa, "No hay mejor pronosticador que el precio de hoy".

Creo que para arreglar muchas situaciones, deberíamos hacer borrón y cuenta nueva, para poder crear una nueva nación que pueda resurgir dentro de las cenizas. Y lo que estoy diciendo no es algo utópico, prueba de ello, es Japón, después de la segunda guerra mundial, olvidando "A LA FUERZA" todo lo que pasó, y empezando una nueva nación que hoy en día se posiciona como una de las más importantes del mundo, no solo económicamente sino culturalmente.

Por último, la "COOPERACIÓN", que habla el autor, no se logrará de otra forma, que insertando principios y valores desde la cuna de cada uno de nosotros; el problema es que dirán algunos que entonces nuestra generación y las anteriores ya están perdidas? ya no se puede hacer nada? Creo que es lo que nos hemos preguntado desde hace muchos años, y seguimos en las mismas...

Y apelando al dicho que dice "El que mucho se despide......."

Me despido finalmente invitando a todos a una reflexión propia de cada ser, que tal vez no sirva de nada, o tal vez sirva de mucho, o tal vez no la hagan, o tal vez ni siquiera lean esto; y teniendo en cuenta las estadísticas de este Blog, en relación a los Post ya publicados hace días, seguramente esto lo leerán unas 5 personas, y de esas 5, 2 no terminarán de leer, y de esas 3 que quedan, no harán la reflexión 2, o sea que le tocó al autor hacerla...jeje.

Gracias.