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Esta es la primera parte de un artículo que buscó adentrarse históricamente en un aspecto fundamental de nuestra cultura latina: la fiesta. Son de aquellas cosas que nos inquietan, pero así mismo nos sobrepasan. La próxima entrega será en una semana.
Fiestas en los cabildos seculares: Expresión de diversidad en la sociedad colonial
“...Y porque es bien que la villa se regocije ordenaron y mandaron que el dicho día de San Miguel haya toros y juego de cañas y la noche antes luminarias por la plaza y calles de la villa tocándose atabales trompetas y chirimías...y para esto se junten los caciques y gobernadores de toda la jurisdicción de esta villa y ellos y sus indios así mismo hagan sus fiestas a su modo y costumbres de manera que entrenabas repúblicas haya aquel día gran regocijo y contento...”
Cabildo 24 de septiembre de 1607
Libro primero de cabildos de la villa de San Miguel de Ibarra
Introducción
La presente revisión bibliográfica apunta a la descripción y el análisis de las fiestas más representativas, practicadas en los pueblos y ciudades de
Al ser el cabildo una institución del orden español dominante, las fiestas que allí se registran como relevantes son principalmente aquellas que consolidan y legitiman precisamente esta dominación. Por lo tanto las fiestas que analizaremos fueron introducidas por los españoles tras la fundación de municipios, en donde los cabildos se encargaron de planearlas, organizarlas y perpetuarlas.
Estas fiestas llevadas a cabo bajo la tutoría y supervisión de los cabildos no solamente involucraban a españoles y criollos. Eran de carácter público. Como tal eran un escenario donde los diferentes grupos sociales y étnicos interactuaban, sin embargo existían unas normas específicas, que precisamente trataban de ordenar la sociedad en su totalidad bajo los parámetros impuestos por el gobierno español. Este escenario teatral en cierta forma, donde diversos personajes entran en escena y ponen en juego sus propios discursos, ritos, cultos, etc, hacen de la fiesta un espacio de investigación propicio para abordar el pasado de las comunidades coloniales y los procesos de cambio a los cuales estuvieron expuestas.
Sin embargo, al emprender un estudio sobre las fiestas en un universo tan vasto como lo fue
Hasta ahora hemos hablado un poco de la fiesta como mecanismo de integración social y como su legalidad estaba en manos del cabildo. Pero no hemos hablado de las fiestas que vamos a tomar para realizar esta revisión y por supuesto su consecuente reflexión.
La primer fiesta que abordaremos es la del paseo del pendón. Se llevaba la gala entre todas las civiles y considerábasela la fiesta de la ciudad por excelencia: era el aniversario de su fundación y donde se reconocía la fidelidad al soberano. (Bayle 1952,661) El carácter normativo de esta fiesta y su función social para el gobierno español era tan importante que incluso el Emperador por Cédula del 28 de mayo de 1530 (ley de recopilación, lib III, título 15, ley 56) decretó: “En las ciudades de las Indias es costumbre usada y guardada sacar nuestro Pendón Real las vísperas y días señalados de cada un año...”
En segunda instancia abordaremos las fiestas que tienen que ver con los lutos reales. En ellas veremos una serie de normas que buscan reafirmar la lealtad que se tiene al soberano, así no sea real, pero que pretende consolidar la subordinación. El luto de un rey conlleva la proclamación del sucesor como nuevo rey, y por lo tanto la perpetuación del sistema. Aquí hay un factor muy interesante para el análisis, pues si bien el rey era la máxima autoridad política, era una figura imaginada. Su poder se manifestaba a través de sus delegados y de las instituciones que mantenían el orden español. Las luchas y pugnas sociales se libraban en primera instancia contra estos delegados y contra estas instituciones. Además el rey era una figura en las sociedad colonial con un imaginario muy representativo, recordemos aquella consigna “viva el rey, abajo el mal gobierno” . En contraposición o como método de comparación miraremos las diferentes fiestas con ocasión de los recibimientos de los virreyes, gobernadores y obispos, figuras reales que al fin y al cabo participaban de la vida cotidiana de las comunidades presencialmente. Aquí analizaremos las diferentes tensiones que se creaban entre la comunidad y estos personajes, vislumbradas a través de la fiesta y su desarrollo.
En tercera instancia miraremos las procesiones, que entran dentro del ámbito religioso. El problema al que nos enfrentamos es la fuerte religiosidad de los pueblos componentes de la sociedad hispanoamericana. . Donde por una parte están los españoles con un exacerbado espíritu religioso a raíz de su reciente lucha contra los moros, los esclavos africanos poseedores de unos cultos particulares, y los indígenas imbuidos de un contexto cosmogónico. (Patiño1992, 243).
A continuación nos adentraremos en una manifestación que acompañó un buen número de fiestas en prácticamente toda
Todo esto a grandes rasgos nos servirá para analizar el problema de la fiesta ya dilucidado tanto en esta introducción como en el título mismo. Es decir qué papel jugo la fiesta colonial (bajo el sistema del cabildo castellano) en la construcción de la sociedad de entonces. Cómo se manifestaron los diversos repertorios culturales de los diferentes grupos en contacto. Cómo algunos de estos repertorios se superpusieron y cómo algunos de ellos formaron parte integral de la construcción más adelante, en la era republicana de las diferentes naciones latinoamericanas. Esta reflexión sin lugar a dudas toma por ejemplo nuestro país, el conocimiento que nosotros como autores tenemos de una serie de fiestas practicadas actualmente en los pueblos y algunas ciudades donde todavía se mantienen fiestas populares de gran escala donde se intenta integrar a toda la comunidad.
Sin embargo antes de continuar con la descripción y el análisis del tema que nos hemos propuesto, es necesario hacer una evaluación, teniendo en cuenta los límites y alcances, de las fuentes que nos han servido en esta revisión bibliográfica . Nuestra fuente de primera mano, la obra los cabildos seculares en
Nuestras fuentes de segunda mano, la obra Historia de la cultura material en
Por otra parte en el artículo de Pablo Rodríguez “Los toros de la colonia: fiesta de integración de todas las clases neogranadinas” consignado en
3 comentarios:
Quedamos a la expectativa de lo que será el desarrollo de este tema apasionante que muestra nuestra idiosincrasia y arroja luces sobre un periodo del cual se suele tener una visión estática.
Un trabajo, muy detallado y laborioso. Es importante ver no solo la importancia de dichas fiestas, en la época descrita; sino las incidencias que estas han tenido en el actual vivir.
Gracias.
Estas fiestas fueron tan importantes y de gran significado en su época, que han logrado la incidencia de ellas en culturas como la nuestra, quienes hoy en día siguen con esta tradición, dándole otro panorama y perfeccionándolas un poco.
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