viernes, 1 de junio de 2007

La Espera

Me da gran alegría presentar el primer artículo, de muchos con los que nos va a acompañar cada 15 días, Camilo Bogoya.
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Este cuerpo que pasea por las calles y corre por el mundo te espera. No sé si eres tú, pero no tengo que hacer esfuerzos en el fondo de la noche o en la superficie del alba, para ver tu rostro e inquietarme. Sé que te veo porque tú me estás viendo, sé que te pienso porque tú me piensas. Esa hermandad me vuelve escéptico. No negaré que a veces me siento al borde del río, esa terrible metáfora del tiempo, no negaré que me siento al borde de la cama, ese lugar de noches y recuerdos, no negaré que me detengo y no logro dar un paso, abrir un libro, morder una manzana. Sé que tú también esperas y por eso el nombre de Penélope ha comenzado a serte caro, así no haya guerras que nos separen y tú y yo no hayamos sido, y yo no me parezca al ilustre Ulises. Por mi parte, no me llegan héroes sino palabras como la esperanza, el insomnio, la vejez, tres fuerzas que nos encadenan, que nos prometen algo que va a llegar (el deseo, el sueño, la muerte) y no llega. A veces un café se me enfría entre las manos. Desde mi ventana, la tarde y la noche son semejantes. Sé que tengo que olvidar el futuro. He vagado horas enteras en la misma página de este libro. He salido a la calle y he echado a correr con la angustia de quien huye del sol o de la luna. Ahora sé que esta página y mis correrías son una declaración de derrota. Me llamarás cobarde; yo te daré la razón. Tantas cosas nos unen y sólo esta espera, acaso más impetuosa que nosotros, nos separa.

Camilo Bogoya.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

...QUE CHEVERE QUE CAMILO NOS ACOMPAÑE CON SUS PALABRAS...
ME GUSTO MUCHO EL ESCRITO...
MUCHAS FELICITACIONES..!!

Anónimo dijo...

Esperar, cómo quien sabe que todo se acerca pero muy lentamente, hasta que la delgada línea del tiempo nos desgarra con la desesperación y la nostalgia.

Anónimo dijo...

El tiempo a veces desgarra nuestros pensamientos, nuestros deseos y nuestros sueños; nos pide... esperar, esperar aquello que vendrá, pero que a la vez forma lagunas de incertidumbre y de nostalgía que nos cuestionan diariamente; esperar que llegas de madrugada y arrullas mis pensamientos, y que jamás te iras de mi lado, que me acompañaras en el amanecer aún cuando el sol no ha salido, y que me acompañaras cuando el sol cansado se retira a descansar; ese es el sueño que anhelan mis ideas, y mi corazón; un sueño que debe esperar..., esperar tal vez con incertidumbre y nostalgía.

Anónimo dijo...

Esperar en la densa noche el sueño del futuro, o deshacerlo para poder soñar otro sueño y esperar con ánimo o desbaratar la espera y llegar con impetú a tú sueño

Anónimo dijo...

Muchas veces se espera; creo que es tal vez ese sentimiento de esperanza y a la vez fracaso que se unen en una sola cosa...Algo desconocido...Solo se sabe que es un sentir que se quisiera terminar desde el mismo momento en que inició...

Gracias.