viernes, 15 de junio de 2007

El Regalo

Por Camilo Bogoya.
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... y Cleopatra, estupefacta, recibió el regalo

Cada día convencerla de su poder, del amor del pueblo, de la atracción que sometía a los emperadores. Islas, vastas regiones, tesoros, recuerdos de campaña, regalos que iba acumulando como oxidados amores. Al mismo tiempo las guerras poblaban de fatigas la gloria de sus pirámides. Eran días en que el delirio y la tristeza hacían impenetrable y tiránico su carácter. Por eso había que volver a sorprenderla. Esa mala cara, esas órdenes contrarias, su negación a aprobar los acuerdos, y la distancia repentina, y hace unas noches en medio del lecho el gesto de censura. Quisiera regalarle el centro del mundo, la flota romana, un puñado de dioses dormidos en un ánfora. Pensó algunos días en el tamaño de su regalo y tomada la decisión esperó, viendo entre sueños ese instante en que mandaría una esclava para que buscara a su reina, y Cleopatra aparecería, oliendo todavía al baño de leche de cabra, y el emisario leería la consigna que la acreditaba como dueña y señora de los doscientos mil volúmenes que compilaban el universo y que habían viajado leguas y amaneceres y que ahora tenía al frente y que tapaban las naves, el mar de vino y el cielo. Al mismo tiempo, en la biblioteca de Pérgamo, los escribas desamparados sentirían la vibración de las salas desiertas. Esa noche, otra vez reconciliados, Cleopatra escuchó retumbar las palabras de su amante que retumbarían varios siglos: te regalo la imaginación del mundo. Cuenta la historia que sólo ruinas del regalo llegaron hasta nosotros; ruinas de ruinas, copias de copias, ya inaccesibles. Sólo nos queda el deseo de llegar un día a un cuarto piso y tocar a la puerta, acaso la tuya, y decirte: asómate a la escalera, a la calle, a la esquina, y verás un libro, hojas volantes colgadas del bote de la basura, y en una de ellas esta inscripción: te regalo la imaginación del mundo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante regalo...."La imaginación del mundo"......

Gracias.

Anónimo dijo...

..Tan chévere ese regalo.. que lastima que solo nos hayan llegado ruinas de ruinas.. y copias de copias.. Tal vez esa sea una de las tantas cosas que nos hace falta..

Anónimo dijo...

Kawabata escribió en Diario de un Muchacho "Lo que hallé particularmente curioso al descubrir fue que realmente yo no era capaz de recordar cómo había sido mi vida durante la época consignada en este cuaderno, la que reflejé aquí día por día. Y si ya no consigo acordarme de aquella época, a dónde se han marchado aquellos días? Hacia donde han desaparecido? Les seguí con los ojos de la imaginación y me llené de tristeza. Al reflexionar sobre esto, me di cuenta de que posiblemente el pasado se aleja de la memoria de los hombres"

Anónimo dijo...

Regalos a mujeres imponentes, a mujeres guerrerras, tal vez, hasta crueles, hasta donde llegaremos por amor?.....