miércoles, 16 de enero de 2008

Convivencia Vs Desarrollo

Por Estela Bogoya.
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Respecto a la descomposición social que se vive más en las grandes ciudades, como Bogotá; donde el común de sus habitantes por lo general, trabajan a grandes distancias de su lugar de vivienda, soportando el estrés diario de las dificultades en el tráfico. Se sale de la casa en la madrugada, regresando en la noche; el desayuno y el almuerzo no está en el horario diario, se toma cualquier cosa durante el día aumentando las enfermedades: gástricas, nerviosas…Ya que se hace una sola comida en la noche.

Con respecto al compartir familiar; se ha deteriorado ya que pasa la semana y no hay ese compartir familiar con los miembros del mismo, ya que los hijos estudian durante el día y cuando regresan a casa, los padres aún no culminan su jornada laboral, se cruzan los horarios, y el diálogo familiar se deteriora cada vez más, cada miembro gira como rueda suelta, cada miembro sobrevive por su lado, en ésta mole de cemento.

Mientras que la vida en los pueblos, donde todo queda cerca: el trabajo, el estudio, el servicio médico, los bancos. Se lleva una vida más tranquila, se conserva el diálogo permanente de la familia, se disfruta de las comidas en familia, se conserva la salud, hasta las estadísticas sobre la longevidad son las más altas.

Según Manfred Max-Neef “ Estamos viviendo una especie de megacrisis”,donde la descomposición social llega a todos los campos, a todos los rincones de la sociedad, donde la impunidad está a la orden del día, con la situación tan conflictiva en nuestro país de la parapolítica, donde desde el presidente, con todo su gabinete están implicados en una serie de escándalos que crecen como una bola de nieve, montaña abajo, sin poderse detener, porque en su camino se va llevando; ministros, senadores, personas que hasta hace muy poco eran intocables por su fuero político.

Estos desastres de origen humano, superan los causados, por la naturaleza. Ante ésta situación, nos hemos vuelto apáticos, e indolentes, frente a la crisis de nuestro país; al secuestro, a la muerte de tantos ciudadanos, tantos niños que a diario dejan de existir en unas condiciones infrahumanas. ¿ QUÉ ESTAMOS HACIENDO? Nada, dejar pasar las cosas y seguir. Ya se nos hace raro que las noticias no estén colmadas de hechos violentos; que la televisión que vemos con nuestros hijos sea amarillista por naturaleza, donde se resalta la falta de valores en todo sentido, se menosprecia al personaje decente, bien educado, que ha crecido con la conciencia del temor a Dios, en medio de una jauría de lobos atentos a devorarlo al menor descuido.

Nos hemos desarrollado con la premisa de adaptar el entorno, a lo que nosotros consideramos nuestros deseos; destruyendo bosques, selvas, vegetación, fauna. Al punto de que existen muchas especies en vía de extinción, tales como: El oso de anteojos, el tiburón blanco, la ballena azul, el cóndor de los Andes, entre otras.

Para satisfacer nuestro ego; de fabricar las megaciudades, los rascacielos, donde se genera un alto grado de contaminación: de fuentes hídricas, con grandes cantidades de deshechos tanto orgánicos, como inorgánicos; de la atmósfera que respiramos, lo que se ha vuelto un lujo, porque cada día es más común ver ciudadanos usando tapabocas en las calles de nuestras ciudades, cubriendo boca y nariz para evitar respirar éste aire tan contaminado. Y qué decir de la contaminación visual, donde por doquier está saturado el espacio a nuestro alrededor con propagandas de todo índole encaminando al consumismo.

No debemos descontar la contaminación auditiva, la que durante todo el día desde que salimos de nuestras casas, nos afecta; con los pitos de los carros incesantes, que disparan las alarmas del estrés a grados muy altos, alterando nuestro sistema nervioso, somatizando diferentes enfermedades, tales como la migraña. Provocando desde la llegada a nuestro sitio de trabajo un estado poco apto para el desarrollo óptimo de nuestro trabajo profesional. Los gritos, la carrera desenfrenada de los conductores por la guerra del centavo; entre otros acontecimientos cotidianos, hacen que al terminar nuestra jornada laboral regresemos a nuestros hogares, agotados por el estrés del día. Lo cual nos conlleva a ser caldo de cultivo de enfermedades degenerativas como: alteraciones cardíacas y cáncer en los diferentes órganos del cuerpo humano.

Al combinar inteligencia con capacidad de manipulación, en términos de acción, dejamos de percibir totalidades, ya que tan solo nos llegan fragmentos, de lo que sucede a diario. No tenemos una visión global del efecto de nuestras acciones; cómo pueden repercutir en nuestros semejantes, en nuestro entorno, ya que tan solo vemos apartes de nuestra realidad actual.

Nuestra percepción de las situaciones es local, porque no tenemos la capacidad de observar todo el conjunto, solo fragmentos, tan solo lo que nos afecta, sin pensar que nuestros actos tendrán consecuencias en nuestro entorno, creando el efecto DOMINO.

Nuestros actos positivos o negativos; repercutirán en el resto de la humanidad, ya sea a corto, mediano o largo plazo.

El ser humano, se fragmenta, en el momento que evoluciona; ya que descubre: el trabajo, inventa el empleo, tiene diferentes sitios para: dormir, comer, divertirse, sanarse, educarse.

Nuestras relaciones son locales, fragmentadas, perdemos la capacidad de captar totalidades, por tal razón observamos y analizamos nuestro entorno, inmediato, sin tener en cuenta las repercusiones a las que conlleva nuestras acciones actuales.

Los avances científicos son cada ves más asombrosos, el hombre ha llegado a instancias antes insospechadas, ha logrado inventos, avances que han mejorado la salud, las comunicaciones, la industria, el comercio. Al contrario de ésta situación; la convivencia entre los seres humanos va en contravía con el desarrollo.

Actualmente, la vida no vale nada, se mata por mil pesos, se han perdido los valores del respeto, la consideración al prójimo, la honradez, la lealtad; se calumnia, se maltrata, sin tener en cuenta que la ley de la compensación existe y todo se nos devuelve en la misma medida de nuestros actos, “Con la misma vara que midas, seréis medido”.

A diario estamos abocados, a describir y explicar qué es el conocimiento ( reino de la ciencia). Ya que sólo comprendemos aquello, que somos capaces de penetrar, en profundidad.

Al comprender las transformaciones, de las cuales nosotros formamos parte y de las que no nos podemos desligar, originamos un ser creativo.

Cuando comprendemos una situación, la podemos transformar en beneficio propio y de la comunidad.

En la actualidad, la capacitación, está dirigida a un fragmento de la persona; como: Administrar, llevar una contabilidad, entre otras. La educación, no es Holística, no tiene en cuenta todas las dimensiones del ser humano, solo se preocupa por dar unos contenidos, en las diferentes asignaturas, segmentando al estudiante, sin tener en cuenta que es un todo.

Descubrir, es un acto, profundamente creativo, solo se descubre si permanecemos en un estado de alerta, donde sentimos todo lo que sucede a nuestro alrededor, que no es lo mismo, que dejarnos llevar por la corriente, sin detenernos a pensar en nuestro aporte para mejorar la sociedad en que vivimos. “ Nos encontramos ante el miedo cotidiano de nuestras realidades y tememos acercarnos al centro de nuestra vida más profunda, aquella a la vez lejana de nuestras propias existencias”.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas ideas muy interesantes, y aunque los últimos párrafos se desvían de la intención inicial y del título; definitivamente son mucho más amplios y críticos.

Holístico no Fragmentado, que interesante. Si se dieran cuenta que el ser humano es tan versátil y complejo no se le minimizaría a las famosas especializaciones de las especializaciones de las especializaciones...

Gracias.

Anónimo dijo...

Con pena con su escrito debo criticarlo, en el primer párrafo me parece que Ud. atribuye la descomposición social a que la gente vive lejos del trabajo y que solo se hace una comida diaria, luego se pierde el tema en otras consideraciones ajenas al tema de su escrito.

Si de verdad propone un tema de discusión, hago en forma concreta a veces hay que sacrificar la cantidad por la calidad, o mejor aun a esa cantidad darle un sentido de concatenación adecuado para mantener interesado al lector en el tema propuesto.

Anónimo dijo...

Los temas planteados son buenos pero no tienen coherencia el uno con el otro, el lector pierde totalmente la idea y no alcanza a identificar cual es la esencia del articulo. Son frases sueltas, como retazos unidos el uno con el otro, se habla de todo un poco pero de nada a la vez.

Estoy de acuerdo con armandoconciencia cuando habla acerca de la calidad y la cantidad, no solo con este articulo sino con muchos, la idea no es escribir por escribir, sino escribir cosas que puedan mantener al lector interesado y pendiente, así se han cortas.

Sería bastante interesante si el autor replantea su escrito y sintetiza lo que quiere argumentar, hablando de un tema a la vez.

Anónimo dijo...

Definitivamente la vida en los pueblos es mucho más tranquila que en las ciudades. Tal vez por eso las personas “mayores” cuando se pensionan buscan un lugar alejado de las ciudades; un lugar tranquilo, pequeño para descansar..

Desafortunadamente los pueblos no nos ofrecen ciertas oportunidades que las ciudades si!, entonces no tenemos más opción que vivir en ellas..
En la ciudad se vive a otro ritmo, el tiempo es el recurso escaso, y las obligaciones no esperan.. Se pierde mucho tiempo desplazándose de un lugar a otro, trancotes, ruido y estrés son el pan de cada día, es algo inevitable y no hay nada más que hacer sino adaptarse..

Se ha perdido mucho la unión de familia, cada uno vive su vida a su manera, cada uno tiene sus responsabilidades y desafortunadamente el tiempo que se comparte en familia es mínimo..

No se tiene consciencia de la importancia que tiene comer a horas y comer mínimo 3 veces al día. Empiezan los desordenes alimenticios, los problemas de salud y realmente la calidad de vida no es la mejor..

Las ciudades nos permiten tener acceso a muchas cosas. Desafortunadamente todo tiene un precio y tal vez debamos pagar el mas alto; nuestra salud..