domingo, 9 de diciembre de 2007

Los Otros Amantes II

Por Camilo Bogoya.
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Antes de la medianoche entró la llamada. Habían acordado separarse. Uno de ellos regresaba a su Grecia hirviente, y el fervor de consumir sus últimas semanas lo había precipitado a la infidelidad. La separación tomó algunos días, varias horas de teléfono y catorce paquetes de cigarrillos. El que se quedaba podía entender ese ímpetu repentino, mas no convivir con él. El que se iba reclamaba la libertad, y al mismo tiempo la quimera de seguir juntos. El que se quedaba había aprendido que decir no era convertirse en adulto. El que se iba llamaba antes de la medianoche. El que se quedaba le decía que la noche anterior todo había fracasado, que el cuerpo ya no respondía a la tensión del deseo. El que se iba recordaba el empuje y la tracción de otras noches memorables. El que se quedaba le decía que estaba seguro de que no se había bañado, que incluso podía olerlo. El que se iba reía afirmando que no era él quien pasaba dos días con los mismos calzoncillos. El que se quedaba reclamaba que en casa ajena no podía ser de otra manera. El que se iba proponía resolver la querella personalmente. El que se quedaba insistía en que si era para acostarse se vieran otro día. Hablaron unos minutos más, el tiempo de un cigarrillo. Menos de una semana les quedaba. Ambos sabían que después se acabarían las llamadas y se perderían para siempre.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Un relato de una conversación, extraño, cargado de amores, odios y deseos; definitivamente AMANTES.

Gracias.

Anónimo dijo...

..Muchos sentimientos, fuerzas e intereses..interesante!
Es curioso que la media noche siempre sea un punto de “cambio” pro decirlo de alguna forma..Es o no es! Antes o después de la media noche!